Tomado de: Manecillas
en estado alterado, Garcín Ediciones, Duitama, Colombia, 2013
REQUILORIO
Hace algún tiempo fui un
gato,
ronroneaba angustias al
frente de la noche,
caminaba en puntillas
sobre la orilla del tiempo,
me bebía la vida mientras
calculaba el salto,
maullaba una que otra
premonición
Hace algún tiempo,
aprendí a cazar el alma en la limonada,
Aseché en la letra, y en
el track para el camino,
Escalé otro árbol, musité
otro libro
olvidé que los mapas se
leen al revés
Caminé en contrasentido
y me bañé de noche en un
vodka sin hielo
Hace bastante tiempo no
divagaba sobre lágrimas,
no dejaba huellas en
ninguna playa,
ni jugaba con la esfera
que controla el equilibrio.
Alucinaba en la promesa
siguiente
y me lamía las penas en
una estación de autobús
Sin sentirlo me fui
enredando entre las burbujas,
la risa de los niños, el
saxofonista de la calle,
la hierba de los buenos
días, la caricia de las buenas noches
la playa, los mapas, el
vodka,
la noche sin hielo,
el track en el árbol,
la orilla del salto,
la letra inconclusa.
Hubiera preferido seguir
siendo un gato,
Pero nunca aprendí a caer
de pie.
MANECILLAS EN ESTADO ALTERADO
A las once de las doce, se atoró un pedazo de risa,
quedó ondulante en el cableado de la calle 47,
iba con la lluvia, con el viento de noche,
con los labios de las tres
A las doce de la una se alivianó el secreto,
la ausencia que predijo un knock-out en el reloj,
un espasmo en el espejo del baño,
un nuevo títere en el bolsillo derecho del gato gris
A la una de las dos, se quebró un demonio,
se partió un vaso,
se mojó un insomnio,
Y como siempre... saboteándolo todo,
La risa dejó de toser, el viento dejó de llover,
el reloj colapsó, el espejo se mareó
el gato se durmió y el títere cobró vida.
Por ahí entre los escombros quedó el demonio,
que reclama el sonido del segundero al otro lado de
mi sueño
Ángela
Acero Rodríguez. Bogotá, Colombia, 19 de diciembre de 1981. Profesional en
Filosofía (Pontificia Universidad Javeriana) Actualmente, Estudiante de
Maestría en Culturas y literaturas Comparadas de la Universidad Nacional de
Córdoba. Trabajó como Promotora de Lectura y Escritura en la Red de Bibliotecas
Públicas de Bogotá y realizó varios talleres de escritura en Bogotá, uno en
Santa Rosa de Calamuchita (Córdoba). Actualmente participa en La Bandada
hace tiempo que no entraba a comentar, porque no subían poemas pero esta página me encanta, y encuentro diferente la poesía de Ángela, diferente a lo que habitualmente leo y eso le crea un plus.
ResponderEliminarAndrea Casas
Ángela , hermosa joven poeta, y como dice Andrea original. Textos llenos de imágenes que llevanby traen, descubren e invitan a descubrir. Muy interesante. Felicitaciones a Ángela. marta comelli
ResponderEliminarSu poesía es sensible, original, cálida, enaltecida por la influencia maravillosa de su voz.
ResponderEliminarFelicitaciones Ángela.
Lily Chavez