lunes, 9 de marzo de 2015

Rocío Jiménez - Confesión





Con las rodillas cansadas del rezo sin respuesta
prendí una vela frente a un Cristo.
Pensé en María Magdalena
y un calor envolvente me llegó al vientre
Me miraste profundo
estabas en el confesionario
había poca gente y fui a realizar el precepto antiguo
y ancestral de mostrar desnuda mi alma
Me arrodillé en la ventanita y entre los velos de la madera
tu mirada llegaba entre luces y sombras
Tu respiración era intensa...
la mía se detenía en el fuego que quemaba mi columna
Voy a confesar un pecado que aún no he cometido - dije
necesito me lo digas aquí donde estoy
donde mi soledad me confunde - respondiste
y entré en ese lugar
donde solo un jinete podía caber
llevaba una falda amplia y todo fue muy fácil
tomaste mis nalgas fuertemente
cabalgué hasta los últimos gemidos
y fui absuelta
de todos mis pecados esa tarde