
Qué tienen el jazz y la lluvia
que nos reencuentran con tardes olvidadas
cuando nada sabíamos del amor o la muerte.
Cuando el tiempo era ese espacio azul
de los juegos o la agridulce tragedia de quedar
sin amigos hasta que escampara.
Qué tienen el jazz y la lluvia
que nos aíslan de la gente asustada,
rencorosa, pálida que se desliza por la acera
como si flotara y se confunde a nuestros ojos
con las nubes cargadas que acechamos
vagamente tristes desde la ventana.
Qué tienen el jazz y la lluvia
en su cadencia mansa como el roce inicial
de tus dedos sobre el piano que nunca
has tocado con ese lento compás
que cada noche me desnuda en un
réquiem de murallas.
que nos reencuentran con tardes olvidadas
cuando nada sabíamos del amor o la muerte.
Cuando el tiempo era ese espacio azul
de los juegos o la agridulce tragedia de quedar
sin amigos hasta que escampara.
Qué tienen el jazz y la lluvia
que nos aíslan de la gente asustada,
rencorosa, pálida que se desliza por la acera
como si flotara y se confunde a nuestros ojos
con las nubes cargadas que acechamos
vagamente tristes desde la ventana.
Qué tienen el jazz y la lluvia
en su cadencia mansa como el roce inicial
de tus dedos sobre el piano que nunca
has tocado con ese lento compás
que cada noche me desnuda en un
réquiem de murallas.
Qué bueno!! y ese nexo lluvia-jazz, fantástico,como siempre tu palabra emociona y llega.
ResponderEliminarLily Chavez
Lindo poema...con las nubes cargadas que acechamos vagamente tristes desde la ventana.Qué tienen el jazz y la lluvia me lo ha transmitido perfectamente este poema.
ResponderEliminarIrene
Agradable entrar a la página y descubrir que subieron algún otro poema y siempre el material es buenísimo. Felicitaciones a Marcela por este poema.
ResponderEliminarAndrea Casas
Este es un envolvente poema.
ResponderEliminarFelicito a Marcela
Antonio