
Permítame madame,
hoy quiero hacerle el amor como los delfines.
Soberbios, juguetean,
se acurrucan,
se enciman, se mecen.
Repentinos, subrepticios,
se toman por asalto
y descienden desde el cuello
por la espalda, las nalgas y los pies.
Precisos y dúctiles hacen burbujas
mientras sus sonidos se elevan como himnos.
Ven, levantemos las copas en honor a Dionisios.
celebremos la fulmínea tensión del deseo.
celebremos este bellísimo poema azul, y amoroso de mar y tierra. felicitaciones alfredo, marta
ResponderEliminarPermitame monsieur levantar la copa por su poema...Rocío
ResponderEliminarQue bueno sentir que los sonidos se elevan como himnos. Muy bueno Alfredo,uno ya sabe que de tus poemas puede esperar seducción, reflexiones y el gozo de un poema que conmueve.
ResponderEliminarLily Chavez
Cuanta sensualidad en la palabra. Les admiro esa capacidad de transmitir. Felicitaciones
ResponderEliminarAntonio Crespo
He leído de Alfredo el libro Sobre el cristal del papel que creo, tiene unos cuantos años pero siempre me gustó su poesía y pude escucharlo personalmente en algunas lecturas. Me alegra que agregue su talento a este grupo de poetas que escriben tan bien.
ResponderEliminarAndrea Casas