La muerte
tiene alas de papel
grito un
linyera en la vereda moribundo de
verdades
La muerte se lleva un desnudo corsé sin la luz de tu pupila repetía.
El camino a casa parecía un escenario de
saltimbanquis
Sola, con
mi cartera llena de astillas y metrallas
crucé la
avenida de los fragmentos
Corría un
viento helado carcomiéndome la espalda
Era el
viento del oeste
el que trae las pestes del olvido
Los vientos
del oeste son reconocibles
No tienen
la eternidad de los otros,
de esos que nacen con la primera
letra de nuestro nombre.
Abrí la
puerta, pase a la cocina
elaboré el
banquete de despedidas y entre las brisas que surgen del suspiro
mastiqué las rabias me mire el ombligo
maceré los miedos, cerré
los ojos,
olvide los vientos, olvide su
nombre
y ocurrió el silencio
banquete de despedidas. Un poema que me llegó,, se siente el sonido entrañable de quien lo escribe. Felicitaciones
ResponderEliminarAndrea Casas
Uno como poeta procura asirse de las palabras bellas que andan por los poemas, es una forma de llenar el caudal de dicha que encierra el alma. Es bello de por si el poema y cuando uno te lo escuche decir, termina entregando toda la belleza
ResponderEliminarUn abrazo Ro
Lily Chavez
qué hermoso poema! moribundo de verdades, fuerte esa imagen, me queda por encima, palpitando
ResponderEliminarManuel Figueroa
"un final impactante para enumeraciones que congelan la respiración"
ResponderEliminarSusana Zazzetti