
Jugabas con las palabras
pronunciabas acertijos
proferías sortilegios
y te reías
de mi ignorancia
pero abrazados,
aislados del mundo
nada importaba
nada.
ni tu origen
ni siquiera tu nombre.
Bastaba esa sonrisa triste
el miedo en tus ojos
la tibieza de tus cabellos
tu menuda figura entre mis brazos
la languidez de tu tiempo
ay pequeña diosa pagana
cuánta pasión
amor a contraluz de la luna
que enrojecía el instante
el lugar.
y cuando la aurora llegó
ya no estabas
te habías ido en ese espacio breve
pero eterno
luego
todo fue un viento
que agrietaba la piel
mis ojos mirando ciegos
sin saber dónde posarse
hacia dónde dirigir
los pasos
En la arena gris del páramo
alguien lloró
y llora
todavía.
Eduardo Alberto Planas Nació en Córdoba capital. Abogado.
Publicó "Las juventudes políticas de Córdoba - Luchamos por una causa", 2011
Fundador de la revista Año 2000 Unidos o Dominados.
Actualmente es Director del Boletín Literario "Basta ya"
Periodista ciudadano (sitio www.sosperiodista.com)
Poema extraído del Boletín Literario "Basta ya" Abril-Mayo 2012
Hermoso querido Eduardo, un abrazo
ResponderEliminarMarite
Eduardo este tu poema tan sensual, tan atrapante. Realmente este es un estilo de escritura y temática, diferentes a los que he leido anteriormente tuyos, y muy bien planteado. Felicitaciones. marta comelli
ResponderEliminarSoy como un pájaro retrasado, detrás de la bandada y de la gente que trabaja por la cultura. He leído alguna publicación suya Eduardo en mispoetascontemporaneos y en artesanos literarios pero como dicen en el comentario anterior, este poema es precioso, fluído y sensual. Felicitaciones
ResponderEliminarAndrea Casas
Me gusta el poema amigo y mucho.
ResponderEliminarY es así, tiene sensualidad y fluidez. Me gusta me gusta como me gusta, ja!
Lily Chavez